Sobre todo cuando llevas tanto tiempo sin correr.
Andar siempre es un placer y más si lo haces en privado (Angel, Carmen y yo), en un sitio como el barranco del Poqueira y sin pretensión alguna respecto a tiempo/distancia.
La salida la hicimos desde Pamapaneira para ascender por cortijos abandonados, cultivos y bancales siempre al arrullo del río. La vuelta, por sendero, pasando por Capileira y Bubión. Una mañana de paseo tranquilo en la que vimos la Alpujarra con otros ojos. Unos ojos nuevos, como los del que pasa por allí por primera vez... Eso es lo que tiene el caminar entre amigos.
Track de la ruta aquí
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