Con el poco tiempo que tengo para escribir de mis tonterías se me van acumulando entradas y temas por tratar.
Finales de enero fueron los días en los que con los dedos cruzados dio comienzo la vuelta a la rutina del correr. Con los dedos cruzados y todos los sentidos puestos en la rodilla, claro. Así día a día se han sucedido los kilómetros y mi confianza ha ido creciendo y con ella las ganas de volver a correr una carrera.
De esta forma han llegado las primeras inscripciones y las primeras carreras. Vamos a ellas!!
28 de febrero. La justicia divina quiso que la primera carrera de 2015 fuera en Sierra Elvira. Llegué con miedo sobre mi estado de forma. En la salida procuré prudencia y sensatez pero con los kilómetros fui tomando un ritmillo alegre y disfrutón...demasiado alegre. Aun así el primer morrón lo subo fácil. El segundo me costó lo suyo y el tercero, ya recuperado, casi puedo decir que lo disfruté. En meta entro el "tropecientos" pero, con diferencia, mejor que mi previsión más optimista.
Dúrcal 15 de marzo. No voy a esconder que tenía muchas ganas de correr aquí. Hace justo un año estaba andando por esos montes animando al personal y en esta ocasión me tocaba correrla. La carrera es preciosa y bien organizada. Además es algo así como correr en casa. Conozco el recorrido y la afición da un plus de motivación y fuerzas. Cualquiera afloja de esta forma!! El caso es que ya salía motivado por correr cuanto pudiera. Así que manos a la obra y a darle a la zapatilla. Regulé muy bien las fuerzas y disfruté corriendo rápido. Bueno el último kilómetro... ese no lo disfruté tanto.
Por cierto que olvidé los geles en casa. Y yo dándole vueltas toda la mañana al tema y con la preocupación de no poder correr. Plátano y medio del avituallamiento del km 10 me salvaron la mañana. ufff que mal acostumbrado estoy a los geles con cafeína.
Las próximas carreras serán en Zhueros y Alhaurín pero antes, estas vacaciones, tengo una cita con el calendario de festejos travesera. Espero colgar aquí resultados positivos.
