jueves, 9 de junio de 2016

Episodios, dudas y el Maratón Alpino Madrileño

Muchas cosas han pasado desde los Bandoleros...  
En estos meses el tiempo ha dado para  ir al Bierzo y hundirme en pistas interminables para jurarme no volver a correr cien kilómetros... o  para volver a motivarme por la competición días después (jejeje). He tenido tiempo de venirme arriba y también de constatar que, efectivamente, mi forma física es pésima. Por el camino me he insolado en el Burgo con bastón y medio y sin plantillas y he maltratado a mis "hermosos" pies en el Jabalcón. De estos meses me ha dolido especialmente renunciar a la travesía de Ximo porque esto sí entraba en mis planes. Entradas que (aviso: estoy peliculero) se perderán como lagrimas en la lluvi O no, e igual dedico un tiempo a ordenar episodios ahora que el verano y las vacaciones acechan.
Aunque no he dejado de correr,  la fatiga y la intensidad ya ni las recuerdo y he vivido con total indiferencia la competición. Creo que esto es vivir en modo ahorro de energía. No pasa nada. Hasta aquí es correcto e incluso terapéutico. Unos meses de descanso no hacen daño a nadie. La contradicción aparece cuando me he pinchado un dorsal y he querido correr más que nadie. Normal, no? Me digo: -Vamos de tranqui, Hugo- pero en seguida me disparo y, claro, pasa lo que pasa. Piernas en huelga de celo.
En esas estoy tras un invierno en modo ahorro y una primavera irregular en la que me está costando la vida ponerme las pilas. Una semana estoy motivado y la siguiente me importa un carajo... así voy tirando sin ritmo ni cadencia.
Todo tiene su porqué, a veces complejo. 
La emociones asociadas a ese concepto universal de afinidad entre dos seres pueden ser extremadamente poderosas e irresistibles y no ayudan mucho en estos menesteres  (que pena más grande, universo!!) y para ser justos tampoco ayuda el que esté siendo una temporada accidentada. Esguinces, ampollas, tendinopatías e insolaciones empujan más hacia la playa que al monte.
Todas estas chorradas asaltan  mi cabeza justo a unos días de la "carrera objetivo". Paradójico puesto que esta carrera surgió como dice Zenet "por casualidad" en el momento en el que con más lucidez había asumido mi retiro competitivo. Desde entonces  mi correr contemplativo y "mainfulnes" anda  bastante trastornado. 
Y es que correr el MAM me hace mucha ilusión por diferentes razones, unas deportivas y otras que no vienen al caso. El universo, caprichoso y perseverante, como nunca lo ha sido, me trae esta carrera donde me imaginé un día de agosto mientras conducía de vuelta a casa con una enorme sonrisa en la boca y el corazón palpitante.