Pasada la resaca de la carrera quería escribir algunas palabras que tengo rondando mi chola desde el domingo.
Vivimos la primera gran carrera de Andalucía en 2013 y eso se notó y mucho. Grande fue la competencia, grandes las ganas que las que llegaban la mayoría de corredores y grande la ilusión que todo el mundo puso en ella.
Se anunciaban bajas temperaturas y lucha. Hubo poco de lo primero y mucho de lo segundo. Iván (van 2 de 2 este año) Zaid hipermotivado y Dani García que lleva unos meses que se sale. Detrás muchos corredores intentando estar cerca de los primeros puestos. Se veía venir, dicen por ahí.
Lo que no era tan previsible (para los que no conozcan a estos dos) fue lo que ocurrió en meta. Está es la imagen con la que me quedo de la carrera (véase más abajo). Antes de la instantánea Zaid lideraba la carrera y a pocos kilómetros de meta tuvo un percance con su tobillo. Iván lo deja atrás y minutos mas tarde casi sin cruzar el arco da media vuelta para buscarlo. El final está grabado en la fotografía. Me sorprendió y mucho que dos deportistas tan grandes y rivales manifiesten esa humildad de forma tan natural. Supone desde luego, para el que lo quiera ver, una cura de humildad de tanta entrenitis, exucusitis y demás vicios que adolecemos la diversa fauna recién llegada a la competición.
Y ya que estamos en el registro de méritos, aprovechar para mencionar la dedicación desinteresada que muchas personas han puesto para que la carrera salga adelante y más de 400 personas podamos disfrutar de un día de carrera. A cada una en lo que le corresponde: Gracias. Fue alta la calidad organizativa y esto no es el tópico del corredor feliz. Ya sólo falta, por pedir algo, que la novia se relaje y disfrute del convite. Pero como en las buenas bodas no se puede pedir todo.
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